De qué hablamos cuando etc
Bueno, para cortar un poco con temáticas tan intensas, propongo que nos pongamos serios para hablar sobre comedia, o en realidad sobre un subgénero o registro que me divierte en particular: definir el humor seco —o deadpan humor, para la tribuna angloparlante— no es del todo sencillo ya que en general sus efectos cómicos dependen de varios factores, pero para hacerlo mal y pronto podríamos decir que es la antítesis del francellismo1, o sea, lo contrario a acompañar o rematar un chiste con expresiones faciales y gestos exagerados típicamente asociados con Guillermo Francella.
En el humor seco, las líneas de diálogo suelen ser dichas manteniendo las facciones del rostro absolutamente impasibles y con un lenguaje corporal nulo o lo más limitado posible. De esta forma, la comicidad se construye por contexto. La intención cómica no está puesta sólo en las palabras sino en la relación con el entorno en que son dichas y en situaciones evidentemente absurdas que ninguno de los personajes percibe como tales.
Como primer ejemplo histórico de la potencia y la popularidad de este tipo de humor lo tenemos a Buster Keaton, que justamente se diferenciaba de sus contemporáneos de la era muda, como Charlie Chaplin y Harold Lloyd, por la absoluta inexpresividad facial con la que afrontaba situaciones ridículas. Película a película, Keaton realizaba proezas físicas cada vez más inauditas —sin usar dobles de riesgo, tradición continuada por figuras como Jackie Chan o Tom Cruise— pero sus expresiones se mantenían siempre firmes, generando un efecto cómico en ese contrapunto.
Si nunca vieron nada de Keaton, pueden empezar por esta secuencia maravillosa que pertenece a Seven chances (1925), donde una excusa argumental le permite llevar a cabo una de las secuencias de persecución más espectaculares de la historia del cine. Y si esa secuencia les dio ganas de más recomiendo empezar por Sherlock Jr. (1924), que es una maravilla absoluta, y después ya pueden elegir su propia aventura.
Volviendo a lo que arbitrariamente2 nos compete, vamos con una recomendación igual de arbitraria: otro gran exponente del humor seco, al que le tengo un particular cariño, es el finlandés Aki Kaurismäki. Lejos de esa solemnidad trágica que suele asociarse con los directores nórdicos, Kaurismäki es autor de delirios magníficos como Leningrad Cowboys Go America (1989), que sigue las tribulaciones de una banda punk oriunda de la tundra rusa, cuyo manager decide llevarlos a Estados Unidos con el objetivo de lanzarlos al estrellato. Como es de esperarse, tan fácil la cosa no va a ser y para sobrevivir la banda tendrá que adaptar su repertorio a cada lugar que visite, desde bares de mala muerte hasta fiestas infantiles; lo que nunca cambia es la expresión tersa y rígida de los músicos ante la vida.
Ya que estamos, voy a recomendar la que para mí es la película más brillante que filmó este buen hombre. Se llama I Hired a Contract Killer (1990), donde un joven frustrado y depresivo —encarnado por el querido Jean-Pierre Léaud3— contrata a un asesino a sueldo para matarlo después de varios intentos fallidos de suicidio (filmados de una forma hilarante, hay que decirlo). La cosa es que el muchacho recapacita y se arrepiente de su decisión, pero ya es demasiado tarde y tendrá que encontrar la forma de escapar del riguroso sicario que él mismo contrató.
Humor seco con gusto a mate
Si trasladamos esta tradición a nuestras latitudes, un referente absolutamente ineludible es Martín Rejtman. Rapado (1992), su primera película, es considerada la piedra fundacional del nuevo (nuevo)4 cine argentino y marcó tendencia a tal punto que hasta el día de hoy cada tanto nos podemos cruzar con películas que quieren ser de Rejtman pero no lo llegan a ser porque no las filma Rejtman.
Su cine se caracteriza por darle vida a una colección de personajes un tanto desesperanzados que hablan en un tono monocorde que nunca varía, no importa el tema que estén abordando, y que se expresan de forma tan ordenada que sus palabras nunca se pisan. Esta mecanización de las relaciones interpersonales, combinada con las situaciones cotidianas (más o menos delirantes) que los personajes atraviesan, generan momentos tan fuera de lugar que es imposible no reír.
Si no vieron nada de Rejtman, yo empezaría por Silvia Prieto (1999), protagonizada por Rosario Bléfari y Vicentico, donde una joven sufre una crisis de identidad al enterarse de que existe otra mujer que comparte su mismo exacto nombre; un mundo donde lo más desafiante parece ser tratar de entenderse y encontrar en un otro al menos un poco de empatía. Igual, qué decirles, si les gustó una hay que verlas todas. Son poquitas y valen mucho la pena.
Ah, sí, tampoco puedo dejar de mencionar que, del otro lado del charco, los uruguayos también han hecho escuela de este tipo de humor, con películas como 25 Watts (2001) y Whisky (2004), que un poco marcaron el tono actoral de la carrera de ese gran ser humano que es Daniel Hendler, y que también se trasladó a sus muy recomendables producciones como director: Norberto apenas tarde (2010) y El candidato (2016). Y resulta más pertinente aún mencionar a Hendler, ya que casualmente la persona con quien se casó es tal vez una de las directoras más lúcidas del cine argentino contemporáneo y sobre ella vamos a charlar a continuación.
Bueno, ahora sí tenemos que ponernos serios por un segundo. La cosa es así: todos estos nobles formatos existen gracias a tus aportes, y para que podamos seguir haciéndolos necesitamos suscripciones que nos permitan pensar a futuro. Así que si te sobran unos morlacos podés darnos una mano haciendo tu aporte en somosmate.ar, y de paso te sentís como unx verdaderx productorx del periodismo independiente 🪐
Lo extraño en lo cotidiano
Aunque no es el único registro que ha abordado, Ana Katz puede considerarse una de las referentes locales del humor seco, pero con una particularidad: sus películas hacen bien. No sé cómo explicarlo del todo, pero tienen un efecto terapéutico. Reflejan esa neurosis desbordante —por no decir insoportabilidad crónica— que caracteriza a nuestra generación siempre pasada de rosca. Su cine expone las miserias y obsesiones de la clase media argentina con mucha más simpatía que cinismo, y nos invita a reírnos de esos rituales burocráticos que con un poco de distancia se vuelven surrealistas, como pueden serlo hacer horas de cola virtual para ir a ver un show donde el atractivo principal es un holograma de Cerati o dominar la página de la AFIP para pagar el monotributo.
En el El perro que no calla (2021), su última película, esta tendencia a visibilizar lo extraño en lo cotidiano está más presente que nunca. La película narra las desventuras de Sebastián, un joven que parece nunca encontrar su lugar en el mundo y que enfrenta con firmeza (y —cuando se lo permite— con ternura) todo lo que el entorno le impone, no importa qué tan ridículo resulte. El punto de partida son las quejas de sus vecinos ante los ladridos de su perra, hecho que desencadena una serie de situaciones que van escalando hasta bordear lo inverosímil. Curiosamente, esto incluye postales de un apocalipsis prematuro y lento que predicen algunas secuencias que vivimos durante los últimos años; el rodaje se llevó a cabo pre-pandemia, vale aclarar, y bueno, más no voy a contar porque la idea sería que la vayan a ver.
Así, Ana Katz construye otra comedia incómoda y sensible que se para sobre los hombros del costumbrismo para hacernos sentir, una vez más, un poco menos solos en este mar de subjetividades extrañadas e hilos de Twitter enroscados al pedo. Por suerte, todavía puede verse en pantalla grande en la sala del MALBA, donde sigue programada luego de cuatro meses consecutivos, tras un acotado estreno en el circuito comercial el diciembre pasado. Yo diría que no se la pierdan.
Y bueno, tengo que decirlo, para mí TODA su filmografía es absolutamente fundamental para la existencia. Dicho esto, procedo a recomendar las que no se pueden dejar de ver bajo ningún concepto:
- Sueño Florianópolis (2019): Una familia se va de vacaciones a Brasil durante los ‘90, con el mantra pizza y champagne aún vigente. A priori no habría mucho más que decir porque la historia se cuenta sola, pero tan así no es porque lo que hace Katz acá es sublime. De nuevo esa incomodidad característica y catártica, pero esta vez encarnada en ese ser tan particular que es una persona argentina de vacaciones.
- Los Marziano (2011): Un elenco de la hostia (Mercedes Morán, Arturo Puig, Guillermo Francella5 y Rita Cortese) para narrar esta historia de dos hermanos que nunca se pudieron entender a pesar de los múltiples esfuerzos del resto de la familia. Incluye algunos de los gags más bellos de toda su filmografía.
- Mi amiga del parque (2015): Julieta Zylberberg encarna a una madre primeriza que se queda sola con su bebé por primera vez y en una de esas conoce a una mujer cuya amistad primero le resulta un alivio, pero con el tiempo le empieza a generar cierta paranoia. En una entrevista, Katz dijo que filmó esta película como un thriller porque así se siente ser madre. Si con esa descripción no la están buscando para verla en este instante yo ya ni sé.
- Despedida (2003): Este tal vez sea el corto que más he recomendado a lo largo de mi vida. Una mujer (Érica Rivas) congrega a todos sus ex novios para despedirse de ellos antes de casarse y el resultado no puede no ser hilarante. Desperdicio no hay.
Artista invitadx
Sophia Pichon nació en 1991 y es ilustradora, animadora e historietista. Trabaja en ilustración editorial y hace humor gráfico en redes sociales. Publicó el libro ilustrado Todo aquí es un haiku o dibujo: un libro, gracias (2019) y autoeditó variados fanzines. Se desempeña como docente y dicta talleres de dibujo poco ortodoxos. Actualmente vive en Buenos Aires con su familia.
Agenda
2 al 9/4: Sempiterno: Lo que tiene principio tiene fin (Expo)
@ Usina Cultural (España 1-98, Salta). Entrada gratuita.8/4 - 19hs: Vergüenza (1968) de Ingmar Bergman (Cine)
@ Centro Cultural Kirchner (Sarmiento 151, CABA). Entrada gratuita, con reserva previa.8/4 - 21hs: Silvina López presenta “Cantarina” (Música)
@ La Vieja Usina (Gregoria Matorras 861, Paraná, Entre Ríos). Entrada: $500.8/4 - 19hs: ¿Qué pasa hoy acá? con Érica Rivas y Martín Rechimuzzi (Teatro)
@ Quality Espacio (Av. Cruz Roja N° 200, Córdoba). Entrada: Desde $1200.8/4 - 20.30hs: Hércules Vigila + Efecto Amalia + Canal 46 + Parqu3 + Fran Canela (Música)
@ Antiguas Lunas (Blanco Encalada 2848, CABA). Entrada gratuita.9/4 - 20hs: El perro que no calla (2021) de Ana Katz (Cine)
@ MALBA (Av. Figueroa Alcorta 3415, CABA). Entrada: $350.9/4 - 22hs: Adelfa (2021), dirigida por Daniel Hendler (Teatro)
@ El Camarín de las Musas (Mario Bravo 960, CABA). Entrada: $800.10/4 - 20hs: Manjar (Teatro)
@ El Galpón de Haedo (Concordia 625, Haedo, PBA). Entrada: $800.
¡Eso es todo, amigxs!
Gracias por compartir este viaje por el cosmos de nuestra cultura.
Por las dudas, vamos con un poco de data que nunca está de más aclarar:
Mate es un medio autogestivo que depende de tus aportes y que busca ofrecer progresivamente más formatos, más contenidos, más todo. Contamos con tu aporte, sea por única vez o una suscripción mensual, en somosmate.ar.
Mirá Mate News todos los lunes y jueves a las 20 con Ivana Szerman.
Los viernes a la misma hora nos encontramos en vivo para repasar la semana.
Además tenemos otros espectaculares newsletters, como:
Mate Mundi: El recorrido internacional de la semana y todos los memes sobre lo inepta que es la ONU de la mano de Viole Weber. Suscribite acá.
Alto ahí: El newsletter sobre abusos policiales y violencia de género de Agus Colombo. Suscribite acá.
Y si éste te gustó compartilo en tus redes.
¡Ah! Seguinos, suscribite, danos like. Estamos en Instagram, Twitter, TikTok, Twitch, YouTube y sí, también Facebook. Más instrucciones que “La Macarena”.
Te queremos. Por esto y por todo, gracias.
Santiago 👽
Santiago Martínez Cartier nació en Buenos Aires en 1992. Se define como escritor de ciencia ficción. Lleva seis novelas publicadas desde el 2014 hasta la actualidad. Colaboró como redactor en diversos sitios especializados en cine y literatura, como Hacerse la crítica, House Cinema y El Teatro de las Voces Imaginarias, entre otros. Produjo el audiolibro El quinto peronismo en formato radioteatro, adaptación de su novela homónima. Organizó eventos culturales y programó y presentó ciclos de cine. Supo tocar la batería y componer junto a las bandas Efecto Amalia y Gente conversando. Actualmente forma parte de la banda de Ire Paz. Palermo Dead (2021), una sucesión de relatos de terror que transcurren en un edificio maldito construido sobre el Cementerio de la Chacarita, es su último libro.
También podría haber sido “jimcarrismo”, pero sonaba bastante más confuso (y cipayo). Esto no es una denostación de los talentos del Sr. Francella, vale aclarar, es simplemente descriptivo.
Y esto se va a poner cada vez más arbitrario con el correr de las entregas, después no digan que no avisé.
Si te cabe la nouvelle vague seguro lo ubicás de la saga de Antoine Doinel de Truffaut, o de algunas pelis de Godard, y no podés no quererlo.
Parece que cada tanto surge un “nuevo cine argentino”. La primera vez que se usó el término fue para la generación del ‘60, al querer subirnos un poco a esto de las nuevas olas. La segunda fue en los ‘90. La tercera ya veremos.
Sí, acá Katz lo desfrancellisó a Francella, y es una belleza de ver.
amo este newsletter
Cada vez mejor, tremendas recomendaciones!!!