Hola, ¿cómo va? Me llamo Santiago, escribo novelas de ciencia ficción y toco la batería, pero por sobre todas las cosas tengo un consumo problemático de cultura pop. Este va a ser un espacio para purgar un poco de esa obsesión, presentar artistas invitadxs a descubrir, recomendar eventos culturales y así regalarle a lxs lectorxs un poco de data para que cuando llegue el domingo no se sienta tan domingo.
Ponele que una biografía
De esto se habla poco pero hay que decirlo: Walt Disney estaba en una. MUY en una. Era un tipo que, una vez que se le cruzaba algo por la cabeza, no descansaba hasta lograrlo. Ese empuje lo llevó a producir sus grandes éxitos, pero también a acelerar a doscientos cuando no lo ameritaba y así comerse alguna que otra curva. Los que trabajaron con él lo describen como una persona jodida, que estaba atrás de todos sus empleados al punto de lo insoportable y le dedicaba a sus proyectos cada segundo que permanecía despierto.
Esta ambición desmedida lo llevó a producir su primer largo. Disney ya tenía en su haber un buen número de cortos, que incluían las primeras apariciones de Mickey Mouse, como Plane Crazy o Steamboat Willie (1928)1, pero le preocupaba que la animación fuera considerada como un arte menor; como una expresión marginal destinada a unos pocos curiosos. Para consolidar y legitimar este medio de representación produjo Blancanieves y los siete enanos (1937), el primer largometraje animado a color de la historia del cine. Una película que llegó para cambiar las reglas del juego.
Este primer éxito le posibilitó invertir en técnica para optimizar aún más sus animaciones y así nació la cámara multiplano, un dispositivo incómodamente grande que permitía hacer travellings hacia adelante y hacia atrás dentro de una misma viñeta, valiéndose de varias capas de ilustración a la vez. La secuencia inicial de Pinocho (1940), que es realmente bellísima, hubiera sido imposible sin esta tecnología. Disney lo había logrado de nuevo: el cine animado ahora podía hacer cosas que el cine de acción en vivo no podía; se estaba transformando en un arte superador.
Y bueno, sólo por enumerar otros ejemplos para demostrar lo MUY EN UNA que estaba el tipo, podemos repasar algunos acontecimientos como:
- La producción de Fantasía (1940), película a través de la cuál buscaba democratizar la alta cultura y llevar la música clásica a las masas. Se quemó todos sus ahorros y el proyecto fue —previsiblemente— un fracaso comercial absoluto. En mi humilde opinión, es por lejos su mejor película.
- Para preparar Bambi (1942), Disney mandó a construir un pequeño zoológico con el fin de que sus dibujantes pudieran estudiar minuciosamente cada movimiento de las distintas especies animales a representar. Con el tiempo este concepto mutó hasta transformarse en Animal Kingdom.
- En 1960 creó el proyecto EPCOT, cuya sigla podría traducirse como “Prototipo Experimental de la Comunidad del Mañana”. O sea, sí, Disney no quería que fuese un parque de atracciones, quería fundar una comunidad habitable que funcionase como ejemplo de ciudad inteligente de cara al futuro. Hacete de abajo, Elon Musk.
No sería raro suponer que este tipo de pretensiones fueron las que llevaron al bueno de Walt a pensar que, tal vez, él tenía la solución para que los Aliados ganaran la Segunda Guerra Mundial.
Queremos que este newsletter sea nuestro Blancanieves: el inicio de un éxito rutilante y sin precedentes, o sea, algo que nos provea el financiamiento para subsistir pero también para invertir en nuestra cámara para hacer travellings y que podamos desarrollar nuevos formatos y mucho más. Para que eso sea posible, pasá por somosmate.ar y tiranos unos morlacos 🪐
Entre el Pato Donald y Winston Churchill
Durante la guerra, algunos de los directores de cine más reconocidos del momento se pusieron al servicio del programa de propaganda aliada; no sólo se dedicaron a la producción de películas sobre el conflicto, sino que le pusieron el cuerpo para conseguir el material en primera persona. Figuras como John Ford, William Wyler, John Huston y Frank Capra recorrieron el campo de batalla junto a las tropas. Why We Fight (1942 - 1945), la serie a cargo de Capra, tal vez sea el ejemplo más claro de esta tendencia.
Desde los Estados Unidos, con la experiencia de haber estado en el frente durante la Primera Guerra Mundial2 —como ambulancista—, Disney se encargó de producir una larga serie de cortos animados para público infantojuvenil con el fin contribuir con la causa y de paso hacer unos pesos después del fracaso comercial de Fantasía. Entre estos se destacan (y recomiendo ver) Der Fuehrer’s Face (1943), que muestra al pato favorito de todos obligado a trabajar en una fábrica de armamento nazi para luego despertar de esa terrible pesadilla, o Education for Death (1943), que narra de forma didáctica la vida de un niño alemán que se forma en la juventud hitleriana y termina por morir en batalla.
Ese mismo año, Disney presentó una de las películas más influyentes de toda su historia, pero que pasó bastante desapercibida hasta la fecha. Victory Through Air Power es un mediometraje de poco más de una hora que mezcla animación con acción en vivo para contar la historia de la aviación, hacer un balance sobre el desempeño de los Aliados en la guerra, plantear distintas posibilidades de procedimiento y, por sobre todas las cosas, establecer el rol preponderante de las fuerzas aéreas como única salida posible al conflicto.
La película, basada en un libro del aviador ruso Alexander P. de Seversky, llamó la atención de los más altos estratos de la conducción aliada y fue proyectada frente a figuras clave como Franklin Delano Roosevelt y Winston Churchill. Se rumorea que, después de la proyección, Churchill consolidó su posición con respecto a la importancia de su Fuerza Aérea y Roosevelt resolvió invertir un gran caudal de capital en esta unidad militar.
Lo que no es ningún rumor, y resulta un poco más delirante todavía, es que la película inspiró el diseño de un nuevo tipo de bomba, que fue desarrollada por la Marina Real británica y bautizada literalmente como la “bomba Disney”. Este dispositivo, que en la película era presentado como un prototipo ficcional, tenía la particularidad de incorporar un propulsor extra con el fin de perforar concreto de alta densidad, y así penetrar en los búnkeres. Esta bomba, aunque de forma intermitente, fue utilizada hasta el final de la guerra.
Todo el material de propaganda producido durante esos años fue orgullosamente editado por la Walt Disney Company en el año 2005, en un box set que lleva el nombre de Walt Disney on the Front Lines. Y bueno, no, Disney está lejos de haber ganado la Segunda Guerra Mundial, pero que influyó, influyó, y de paso te hice leer hasta acá.
Artista invitadx
Pedro Mancini es ilustrador y médium del Ultramundo oriundo de la República de Ituzaingó, capital conurbana del avistaje OVNI. Entre su bella obra se destacan las comiquitas El jardín increíble, Ultradeformer y Niño Oruga, su más reciente novela gráfica de tintes psicodélicamente autobiográficos. Bienvenidxs al Ultramundo, si os atreveis a entrar.
Agenda
Desde el 17/3: Yeguas, Hay futuro y más (Instalaciones)
@ 220 Cultura Contemporánea (Int. Ramón Bautista Mestre 1150, Córdoba)18/3 - 21hs: Ire Paz + Lucía en cursiva + Emilia Parra (Música y poesía)
@ El Batacazo (Medrano 627, Almagro, CABA)18/3 - 21hs y 23hs: El regreso de La omisión de la familia Coleman, la icónica obra de Claudio Tolcachir (Teatro)
@ TIMBRe4 (Boedo 640, Almagro, CABA)18/3 - 22hs: El hombre invisible (1931) de James Whale (Cine)
@ Centro Cultural San Martín (Sarmiento 1551, Balvanera, CABA)19/3 - 19hs: Los días felices (Poesía y música)
@ Bar El Porvenir (Azcuénaga 209, Monte Grande)19/3 - 15.30 a 17.30hs: Poner el cuerpo. Una muestra de Noelia Ponce. (Artes plásticas)
@ Centro Cultural Marcó del Pont (Artigas 202, Flores, CABA)19/3 - 22hs: Santa Jarana (DJ Sets)
@ La Cuadra Espacio Cultural (25 de Mayo 3615, Santa Fe)19/3 - 20hs: Festival Aniversario 11° del Bondi (Música, teatro y danza)
@ Centro Cultural El Bondi (El Dorado 1518, Ing. Maschwitz)20/3 - 19.30hs: De la mejor manera (Teatro)
@ Rodney Bar (Rodney 400, Chacarita, CABA)20/3 - 20.30hs: Feria de movimiento (Instalación viva)
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Santiago 👽
El diseño de personajes y la ilustración estuvo a cargo del dibujante Ub Iwerks, primer y necesario socio de Disney, ya que se dice que Walt era un pésimo dibujante.
Experiencia que lo transformó en un ferviente anticomunista.
quedé shockeada, me encantó
Ese Walter era un loquito